A pesar de que las personas sentimos emociones desde que nacemos (miedo, rabia, tristeza, alegría, etc.) y nos acompañan a lo largo de nuestras vidas, hay que reconocer la gran dificultad que supone gestionarlas bien en muchas ocasiones.
La depresión es un trastorno que algún momento de la vida puede sobrepasarnos y condicionar nuestra conducta provocando un sufrimiento inmenso.
Una buena autoestima permite a la persona vivir plenamente, saber cómo alimentarla y que aumente progresivamente es trascendental.
Aprender a gestionar las emociones es básico para poder vivir plenamente y aspirar a ser felices.
Una vez valoramos cual es la emoción que produce ese sufrimiento en la persona que acude a la consulta, le ofrecemos una serie de herramientas terapéuticas a modo de pautas concretas que pondrá en marcha hasta el siguiente encuentro y que le permitirán entender cómo funciona esa emoción y cómo gestionarla correctamente.
Una vez finalizada esta intervención, hacemos un seguimiento sin coste alguno de tres sesiones breves al cabo de 3, 6 y 12 meses después del alta, es nuestra garantía de consolidación de los resultados a largo plazo.